Desde Bolivia, Rodrigo Mardones nos relata esta emotiva crónica en primera persona, que nos lleva a la ceremonia del libro póstumo del querido Dr. Bismarck Pinto Tapia, un terapeuta que dejó su impronta de amor en Latinoamérica y el mundo.
Tres días han transcurrido, desde que volvimos de la ciudad de La Paz. Durante 8 horas surcamos el cielo y aterrizamos en la tierra del Dr. Bismarck Pinto Tapia, con una misión, que ni él mismo, alcanzó a bosquejar, cuando pidió que su libro fuera editado en papel en México, para ese entonces, nuestro amigo Bismarck estaría presentando su más reciente obra en el Congreso Internacional de Hipnosis Clínica y Terapia Breve, que tenía como fecha los días 20 y 22 de octubre.

Sin embargo, a pesar de que este evento se pudo realizar, tristemente, le faltaba a su estrella principal, quien se había apagado, a consecuencia del Covid y las complicaciones asociadas al contagio. El pasado 17 de octubre, el investigador del amor, dejó este mundo, a tres días del lanzamiento de su trabajo más reciente.
De este modo, el libro, que venía a completar una quincena de textos escritos por el doctor en psicología, que a diferencia, de sus anteriores ediciones, éste había sido editado por la Universidad Autónoma de Nueva León, fue lanzado en el Congreso, tal como habría querido su autor. Esta vez, representado por su amigo, el Dr. Felipe García, quien en una especie de acto simbólico, tomó su lugar, con el fin de lanzar el tan anhelado ejemplar, que para su Bismarck, significaba superar las fronteras de su querida Bolivia.
No obstante, al paisaje le faltaba un detalle. El lanzamiento del libro, no podía dejar fuera a su tierra natal, ni tampoco nosotros, queríamos quedarnos con la doliente sensación de no haber podido acompañarlo, en su funeral.
Por ello, junto a Felipe García decidimos emprender el viaje convencidos por el poder de su impronta. Asimismo, dedicar la instancia, que se generó gracias a la gestión de los Drs. Arnoldo Tellez, Felipe García, y la Universidad Autónoma de Nuevo León, que en un generoso gesto, envió a la familia de Bismarck los 100 ejemplares del libro para que sean vendidos en Bolivia y las personas cercanas a él puedan adquirirlo.
La ceremonia fue cubierta por los medios de prensa nacionales, en la compañía de colegas bolivianos y latinoamericanos, estudiantes, amigos y amigas, especialmente por sus hijos y Elenita de quien siempre se declaró su eterno enamorado y con quien aprendió todo lo que nos pudo entregar, en sus estudios sobre el amor y la terapia de parejas.

fue una instancia de despedida.